abril 01, 2009

metro df




Vivo en esta ciudad escisa, donde nadie nunca termina de integrar... la conciencia colectiva sobrepasa los impulsos, dicen que no se puede confiar en nadie, que nadie te descifre ni te lea.
vivo en el subterraneo, en los vagones del metro, con un olor peculiar indescriptible (unicamente quien lo vive lo entenderá) transbordando los días, entre mixcoac y tacubaya, entre hidalgo y centro médico.
entre muchos rostros y gente en automático, pérdida constante, alguien en la masa, uno mas al subir , empujar, bajar, ser hostil, agredir, descansar, pensar...
impregnando de visiones cotidianas y significativas, un sonido previo a que se cierre la puerta y corra el vagón, un vendedor que transborda lineal, gentes en sintonia que van dejando horas de su vida acumuladas, entre el hastio, la rutina, y el sofoco "la conciencia subterranea".
cada estación es diferente, y aunque siempre te busqué, sé muy bien que no vas aparecer.
y en cada anden hay una historia, algo inconcluso, alguien que rompe y no integra y sigue esperando llenar el vacio de esta ciudad de nadie.
cada estación una historia, cada linea una vida...
destino Eterno, punto de partida, volver a empezar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

no mames, como quisiera experimentar eso aqui. hasta que no se pueda creo que me tendre que dar un rol por aquellos lugares donde nadie se integra.

saludos bro.

Anónimo dijo...

mucho que observar...yo recuerdo que me gustaba pensar en las vidas ajenas, escuchaba sus historias, veia sus rostros, peliaba mi espacio intrapersonal...
yo soy fan de ese espacio, de esos olores y colores...
y espero proximamente compartirlos contigo :)

xoxo
c